sábado, 5 de febrero de 2011

Micro-Reflexiones 5. Y de repente caemos en la cuenta y los llamamos dictadores


Escuchando la radio en el coche, el presentador de una de las tertulias mañaneras comentaba: “el dictador Mubarak”. A continuación aclaraba: hace unas semanas le llamabamos “el presidente Mubarak” ¡Vaya por dios! De repente en nuestra burbuja occidental nos damos cuenta de que ,en los países árabes considerados amiguetes, no hay libertades ni democracia. Con Irán, que no nos hace la cama, estaba claro asignarle el papel de “malo malísimo” de la película. Pero ¡Ay amigo! Mubarak era “colega”, porque resultaba fundamental tener a un Egipto cercano y obediente por su maravillosa situación estratégica en Oriente Próximo y su amplio canal de Suez para el paso de nuestros petroleros. Poco a poco, nos vamos quitando el polvo de los ojos y nos damos cuenta de que, en Jordania, el rey cambia gobiernos y detenta un excesivo poder “constitucional” en sus manos, en Siria el cargo de presidente lo hereda el hijo del presidente, en Yemen también están con la mosca detrás de la oreja, y de que, en Argelia ,se ha acabado esta semana el estado de excepción que perduraba 19 años. La liebre la levantaron los tunecinos y me da en la nariz que aquí hay cambio histórico, porque la gente de a pie ,en cualquier parte del mundo ,quiere lo que todos queremos:libertad, pan , respeto y una vida digna. Los europeos nos dimos cuenta allá por 1789, pero parece que no hemos querido ver lo que ocurría en el resto del globo, y por eso hemos tolerado impunemente durante décadas estos regímenes “amiguetes” pero pseudo-democráticos . Me recuerda a cuando levantas la alfombra para meter el polvo debajo, aunque el comedor parezca limpio y reluciente sigue traspirando mierda.